CUIDADOS ANTES Y DESPUÉS DE UNA RINOPLASTIA

Factores como el lugar, el cirujano o el suelen ser las primeras cosas que miramos cuando ya nos hemos decidido a arreglarnos la nariz. Aunque estos factores son importantes, hay que tener en cuenta que estamos hablando de una cirugía y por lo tanto hay que seguir una serie de cuidados tanto antes como después de la operación

ANTES DE LA OPERACIÓN

La primera consulta con tu cirujano ha de ser uno de los pasos más importantes. En este tipo de procedimiento, un buen entendimiento entre paciente y cirujano ha de ser indispensable para el buen desarrollo de la intervención. Un buen cirujano sabrá explicarle sin ningún tipo de fin comercial, los beneficios que tendrá pero también sabrá explicarle los riesgos y posibles efectos secundarios.

No dudes nunca en plantear a tu cirujano cualquier tipo de duda que pueda surgirte a cerca de este procedimiento. Es posible que se te plantee la duda de cómo quieres que sea el aspecto final de tu nariz, llegados a este punto el cirujano podrá aconsejarte e incluso darte pautas sobre cómo podría el resultado final. Por regla general, los cirujanos usan diferentes métodos para que el paciente pueda hacerse una idea de cómo quedará su nariz después de la rinoplastia, aunque generalmente suelen usarse fotos o bocetos.

DESPUES DE LA INTERVENCIÓN

El postoperatorio variará en función de la persona y su capacidad de recuperación, aunque también se tienen en cuenta factores como el tipo de intervención realizada (abierta o cerrada). Aunque siempre deberá hacer caso del médico ante cualquier consejo o tratamiento que tenga que realizar, siempre existen una serie de pautas generales que se han de tener en cuenta:

• Procurar no tomar el sol al menos durante los 4 primeros meses.
• No sumergirse debajo del agua en piscinas ni saunas hasta que el cirujano le de permiso.
• Siempre se ha de dormir con la cabeza inclinada e intentar dormir boca arriba para que los resultados sean más satisfactorios.
• Procurar evitar las actividades al aire libre o que supongan un riesgo durante 1 semana.
• Tomar los medicamentos recetados por el profesional siguiendo las instrucciones de forma más exacta posible.
• Controlar los puntos de sutura durante los primeros 7 días, después de este plazo serán retirados.